Mostrando entradas con la etiqueta Aborto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aborto. Mostrar todas las entradas

9 de marzo de 2014

Convivencia en pareja


Esta consigna, “Nosotras decidimos por encima de todo”, supone hacerle al hombre la siguiente pregunta.
¿Estás dispuesto a votar una ley que permita a una mujer que se deshaga de tu hijo?
Y de los nacidos, ¿con que razones una mujer puede decirle a un hombre?, échame una mano con los hijos.
Con estos planteamientos que modelo de convivencia en pareja se puede crear.
csl.



10 de febrero de 2010

El Gran Olvido


Vivimos momentos en los que a muchos inquieta la medida a tomar de jubilarse a los 67 años en vez de a los 65 y eso que es a largo plazo, a pesar de la nomina del mes que viene.

Cada uno dependiendo de su curriculum laboral alega su incomodidad en el sentido de que después de su aportación a la seguridad social ya es hora de poder descansar y vivir un periodo final, seguro y completo.
Nadie argumenta sobre la conveniencia de si esa es la edad ideal.
Si se comenta sobre las prejubilaciones que si parecen una edad demasiado temprana para dejar la obligación del trabajo, norma tomada en su momento con fecha de caducidad, que sirve a las empresas para ser mas competitivas pudiendo reducir en sus cuentas el apartado de personal, y no confundir con los colectivos que tienen derecho a una reducción en años de la edad de jubilación.
El hecho es que el problema que suscita la ampliación de la edad es un problema de subsistencia a largo plazo de ese derecho social, por lo tanto diluye las reclamaciones de las distintas individualidades.
Para justificar la decisión se argumenta con baja natalidad en contradicción con pocos activos en el mercado laboral en contradicción con un índice de paro muy alto en jóvenes, aunque ya sabemos que puesto de trabajo jubilado no tiene necesariamente correspondencia con puesto de trabajo repuesto.
Con una alta expectativa de vida alrededor de 80 años. Desde Europa nos dicen que en el 2.030 necesitaremos 7 millones de inmigrantes para mantener nuestro sistema de bienestar.
Estadísticamente las informaciones son: para Europa de un envejecimiento de la población inasumible por los recursos propios, es decir tenemos pocos hijos.
Algunos en una impronta humanista se manifiestan en que hemos abdicado de reproducirnos.
A ver, a ver.
Nadie echa estas cuentas, será el gran olvido:
En el año 2.006 en España se han provocado mas de 100.000 abortos.
En el año 2.007 en España se han provocado ¿? Creen que la cifra sería menor. Esto según la estadística, pero en realidad bastante más; habrá que tener en cuenta el reproche de algo de mala conciencia que queda en algunas cabezas.
Lo cierto es que tenemos suficientes activos (hijos), pero a raíz de intereses personales y con la cobertura de un marco legal, no logramos todos.
Podríamos resolver varios problemas
Para los que creemos que el “derecho” a truncar un proyecto de vida humana es un autentico despropósito, que aprovecha coyunturas y falsas razones, puede ser que tengamos éxito por una cuestión económica (pensiones) y para nivelar una estadística adversa, aunque tengamos que tragarnos el sapo del no reconocimiento a nacer del ser humano.
Lo que viene a continuación puede herir algunas sensibilidades en base a su pudor o grado de encajar la hipocresía.
Se podría conciliar la oferta y demanda de la sociedad en términos de seres humanos.
Oferta:
En España aproximadamente 200.000 madres dispuestas a abortar.

Demanda:
Adopciones
Fecundación in Vitro
Necesidades estadísticas para equilibrar la pirámide poblacional con repercusiones económicas a corto, medio y largo plazo.
Otros esfuerzos por alcanzar la natalidad.

Salen las cuentas, del todo no, el resto inmigrantes, al fin y al cabo como hemos llegado hasta aquí.
Como parece que los aspectos económicos priman sobre todo puede ser la oportunidad de resolver un problema ético que repugna al conocimiento en ámbitos de cultura general.

© csl.

11 de diciembre de 2009

El Manual de Comportamiento Masculino. IGUALDAD



Los hombres agradeceríamos a la Ministra de igualdad “de género femenino” de España, que nos facilitara el “Manual de Comportamiento Masculino” para cumplir, porque a la vista de las últimas declaraciones a los hombres se nos pretende intervenir desde nuestras expresiones lingüísticas hasta nuestra forma de ser y cuidado no confundir con reacciones violentas ilegales o de maltrato.

En primer lugar hay que decir que los hombres y las mujeres no somos iguales, por tanto lo de igualdad hasta la última instancia no tiene mucho sentido, y para resolverlo no significa que tengamos que converger haciendo de dos aspectos diferentes uno único y por lo que parece es el hombre el que tiene que modificar la expresión de sus patrones e instintos para ajustarlos a los patrones e instintos de las mujeres. Habrá que conciliar las dos tendencias, masculina y femenina, por cierto demandadas por las dos partes, en la vida diaria. A los hombres les gusta en mayor o menor grado la feminidad de las mujeres y a las mujeres les gusta en mayor o menor grado la masculinidad de los hombres.

Lo cierto es que parece que estamos descubriendo algo nuevo pero resulta que estamos conviviendo desde siempre con estos aspectos y los excesos están perfectamente tipificados en las leyes. Simplemente hay que aplicar la ley, el intervencionismo no hace otra cosa mas que descubrir la excepción, generalizándola y ahí está el problema.

Por el camino que vamos, aviso a los navegantes, para los poetas, escritores, autores de guiones y canciones, corremos el riesgo de ser señalados de fomentar la violencia de género. Puede ser que hasta tengamos que censurar a los clásicos mas “fogosos”.

Que somos diferentes es obvio y se debe respetar el modo de expresión de estas dos tendencias generales, la masculina y la femenina y este modo de expresión, ni que decir tiene, debe ser respetuoso con los derechos fundamentales expresados en Leyes Internacionales, en las Cartas Magnas y en las Leyes que derivan de ellos. Y los que velan por la Igualdad de derechos y la convivencia en la Sociedad deben hacer valer su autoridad haciendo que se cumplan las Leyes. Pero es excesivo sembrar evoluciones hacia la violencia punible por modos de ser y expresión masculinos, como de evoluciones hacia el chantaje emocional por parte de acciones de expresión femeninas.

Pero para reivindicar en igualdad los derechos que el ser humano tiene en la ley, y no conozco que la ley hable de hombres segregados de mujeres, no hace falta un Ministerio que se ocupe de esto, quizás alguna Dirección General diligente que inspeccione para averiguar lo que sucede y sobre todo aplicar la ley, para satisfacción de todos incluso de los hombres de esta Sociedad.

Pero tenemos un Ministerio y parece que a falta de contenidos hay que echarle imaginación y a golpe de ocurrencia se intenta criminalizar hasta el piropo.

Quizás con una Dirección General aplicada y competente fuera suficiente.

Y por último y si causó suspicacias el titulo de Ministra de igualdad de género femenino, debería defender la participación del hombre en la decisión de la interrupción del embarazo, dado que parece evidente que es cosa de dos, excepto que los niños vengan de Paris.

© csl

4 de diciembre de 2009

ABORTO. Dureza de Corazón.




No se entiende bien la dureza en la reacción de mujeres, potenciales madres y otras, con respecto a la decisión de abortar en relación a rebajar lo conseguido en el ámbito del aborto, aún cuando se instale la duda en ese interior donde solo entra uno mismo.
La inteligencia y buen hacer de las mujeres como ser humano es un hecho craso que no debería ni que comentarse.
Lo mediático es muy poderoso y se ha hecho bandera de la consecución de unos conseguidos niveles excesivos “derechos”, que la razón rechaza y van en contra de uno mismo.
Se puede alegar ignorancia, pero a estas alturas la cuestión de la concepción es un asunto de Cultura General.
Se puede alegar libertad, pero libertad para uno mismo, no dispongamos de la libertad que le correspondería a otro. Nos convierte en otra cosa.
Se puede alegar embarazo no deseado, pero ante la suavidad del verbo desear respondemos con la dureza de abortar. Cuantas veces nos sobreponemos ante lo no deseado aún no siendo tan transcendente.
Se puede alegar salud, pero defendamos la salud en un marco normativo de protección para todos. Si alguien se salta el marco normativo y decide por su cuenta y entra en riesgo, esta abocado a una situación difícilmente reivindicativa y defendible.
Se puede alegar precariedad económica, pero en una sociedad avanzada con sensibilidades sociales es exigible esta cobertura a las Administraciones Públicas.
Y en último caso, si la situación es insuperable, entreguemos la nueva vida a Instituciones diseñadas para esto.
Vivimos un mundo contradictorio difícilmente entendible, si no fuera porque nos gobiernan erráticamente, intentando contentar a todos sin tener en cuenta los defectos y los excesos.
Hoy utilizamos importantes recursos y esfuerzos para que un neonato pueda sobrevivir por debajo de las 22 semanas; para que una mujer pueda ovular y concebir; para que pueda ser fecundada de un desconocido en una inseminación artificial.
Habrá entonces madres que reclaman a la naturaleza que cumpla lo que accidentalmente se les ha negado y habrá madres que exijan a la naturaleza que les niegue lo que les ha dado.
Parece que estamos al capricho de la voluntad.

© csl

1 de diciembre de 2009

EL ABORTO. Desde el Conocimiento.




Si somos capaces de hacer una puesta a cero de lo que somos (liberarnos de las influencias culturales, religiosas y mediáticas).
Cuando somos conscientes de que nos han devuelto la palabra, (en ocasiones el ruido propagandístico, la tendencia políticamente correcta, lo mediático, nos retira la palabra).
Cuando logramos una cierta independencia a la influencia de lo ruidoso y mediático y nos convertimos en agnósticos, laicos y humanistas en el sentido mas literal del termino, apoyados por el conocimiento cuyas reglas, los humanos, son lo mas objetivo que hemos podido lograr (la Ciencia), podemos llegar a conclusiones, a veces, a contracorriente y poco populares. Aun así existe una cierta necesidad de compartirlas a sabiendas de encontrar una fuerte y visceral resistencia llevadas por la tendencia del acomodamiento y de un imparable “progresismo”, en contra del razonamiento.
En ocasiones en un alarde de objetividad y simplicidad podemos encontrar respuestas a cuestiones fundamentales que están enfangadas, turbias y embotadas en nuestro razonamiento, obteniendo respuestas simples que no por ello valiosas.

Desde el Conocimiento:
Desde el conocimiento, es sabido que el proyecto del ser humano comienza en condiciones naturales por la interacción de un espermatozoide con un ovulo, dando por resultado, un cigoto (Célula resultante de la unión de un gameto masculino y un gameto femenino, y que constituye un nuevo ser vivo), esto es posible merced a un coito realizado entre un hombre y una mujer. Si las condiciones naturales son normales, esto evoluciona a un parto en el que el humano deja una dependencia fundamental de la portadora para iniciar un grado de “independencia”, no depende necesariamente de la portadora, independencia in crescendo hasta su autosuficiencia.
Debido precisamente al conocimiento, nos permite interactuar con los elementos espermatozoide y ovulo para dotar de las mejores condiciones para lograr un cigoto con garantías de desarrollo, donde invertimos esfuerzos y recursos.
La cuestión es que debido al conocimiento, el saber, el proyecto humano comienza en el momento de la fecundación y finaliza con su muerte en momentos posteriores.
Es importante el conocimiento, el saber, pues es lo que nos obliga.
A continuación se recuerdan artículos y leyes relativas a la vida.

Declaración Universal de los Derechos humanos.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Constitución Española Art. 10 y 15 (en documento aparte, etiqueta divulgación)

Ley del Aborto en España (en documento aparte, etiqueta divulgación)

No es mi intención incluir este recordatorio para argumentar legalmente sobre la situación y debatir sobre “individuo ó persona”, el objetivo es mucho más simple, se trata de aplicar el razonamiento sobre el conocimiento.

Según el conocimiento.
La vida humana comienza con un cigoto y finaliza en la muerte.
Para la consecución de un cigoto es preciso en condiciones naturales la participación de dos personas un hombre y una mujer merced a un coito. La mujer será portadora durante 9 meses y el hombre es co responsable al menos en un 50% por la aportación genética y con posibilidad de identificación por parte de la mujer o por un análisis de ADN.
Según este conocimiento las sociedades deciden proteger la vida de los humanos manifestadas en artículos y leyes universales por encima de intereses particulares. Y se constata que el cigoto es cosa de dos.
Partiendo de estos principios el objetivo a defender es la vida de otro, máxime cuando este no puede decidir sobre ella.
Lo único que tiene el ser humano en propiedad es su vida, de la que debería decidir solo él.
Por tanto, una vez más, el conocimiento obliga.
Si lo que tenemos que defender es la vida, entonces razonemos en base a nuestro conocimiento sobre los distintos sistemas de control que tenemos actualmente.
Los medios anticonceptivos de barrera como el preservativo, permite el coito y evita el cigoto. Solo la ética en su intencionalidad puede reprochar su uso.
La píldora, como tratamiento anticonceptivo, que evita la ovulación evita la formación de un cigoto. Puede tener efectos secundarios sobre la mujer.
La píldora del día después, no permite que el cigoto continúe con su desarrollo, si este existe.

La decisión tomada por la portadora del embrión:
Esta decisión cualquiera que sea debería ser consensuada con la otra parte puesto que el embrión es cosa de dos.
La limitación sicológica por parte de la portadora para llevar a buen puerto el proyecto de vida, debería ser atendida sicológicamente y no ser determinante en cuanto a una decisión terminal puesto que es temporal y está decidiendo sobre otro, además habrá que tener en cuenta la limitación sicológica de la otra parte, el potencialmente padre que puede influir positiva o negativamente en la decisión final. El estado, garante de los principios fundamentales, en base a sus manifestaciones y compromisos con la vida, expresados en leyes y acuerdos internacionales, tendría que hacerse cargo del nacido si no se supera la problemática sicológica.
Existe una cierta contradicción dado que en la naturaleza, existe por parte de la portadora de la nueva vida, un mecanismo sicológico instintivo que tiende y se manifiesta hacia la protección de esa vida, en ocasiones de forma denominada heroica por las dificultades que tiene que superar para sacar adelante ese proyecto de vida.
La limitación económica no es una parcela exclusiva de la mujer, es cosa de dos, como se demuestra ante la “sensibilidad” de la justicia pasados 9 meses desde la concepción, en donde es exigible al padre su aportación económica para el sustento del hijo. El estado, garante de los principios fundamentales, en base a sus manifestaciones y compromisos con la vida, expresados en leyes y acuerdos internacionales, tendría que hacerse cargo del nacido poniendo a disposición de los padres los recursos económicos suficientes para sacar adelante el proyecto de vida.
Como contrapartida se observa la decisión de algunas portadoras de interrumpir el proyecto de vida, de forma unilateral, y en muchas ocasiones sin conocimiento de la otra parte, con razones poco fundadas en base a la modificación de su propio proyecto personal que se manifiesta como una debilidad sicológica que pretende obtener una fuerza mayor para justificar la interrupción del proyecto de vida humana. También se alegan pocas garantías sanitarias a la hora de interrumpir el proyecto de vida que pone en riesgo incluso la vida de la portadora que decide de manera irrenunciable esa interrupción aun a costa de su propia vida.

Que es lo importante, de que estamos hablando, de la mujer o del ser humano?:
El foco de la discusión esta actualmente puesto en la mujer (portadora), el hombre participante en la cuestión, es absolutamente ignorado y por la parte reivindicativa de los hombres, parece ser que es un asunto totalmente abdicado. Mas ignorado es el ser humano en su fase, parte central del asunto, sin voz ni voto, por tanto sin posibilidad de reivindicación alguna, ante su destrucción con permiso legal.
Cinco meses después del plazo de aborto (3,5 meses), el hombre cobra protagonismo y legalmente esta obligado a contribuir al menos económicamente para sacar adelante el proyecto de vida, en este caso “autónoma” del recién nacido.
Como se resolvería el contencioso entre una pareja que por sus actuaciones hayan puesto en marcha un proyecto de vida humana, en la que la mujer (portadora), decida truncar esa vida y el hombre (co participe) decida que no. Actualmente la ley no da opciones a la decisión del hombre, todo está en manos de la mujer, aunque poco tiempo después si la mujer decide llevar adelante el proyecto el hombre cobra un obligado protagonismo principal.

La Cuadratura del Círculo.
Parece ser que ninguno de los pasos en los que se ha avanzado, esta definitivamente cerrado. No esta resuelto en la Sociedad el “Derecho” de la mujer a decidir unilateralmente sobre un proyecto de vida. La contestación social así parece indicarlo.
Se constata la existencia de un Ser humano (embrión).
Hay dos personas responsables de esa existencia. Una de ellas es portadora temporalmente, potencialmente madre, la otra es coparticipe, potencialmente padre.
Por tanto hay tres elementos a considerar y los tres son vidas humanas.
Habrá que considerar las razones para eliminar alguno de estos elementos por parte de otros Si hay algo que defender, es la vida. Eso al menos es lo que se postula en las legislaciones mas evolucionadas.
El embrión es un elemento pasivo, único e irrepetible con una dependencia fundamental temporal, no puede decir nada ni decidir nada y está a expensas de lo que decidan sus responsables (Padres y Estado) en una sociedad avanzada y civilizada.
El potencialmente padre debería ser informado de la existencia del embrión si no lo sabe y ser consciente de la responsabilidad que tiene en el futuro de este.
La potencialmente madre es la mas afectada porque es la portadora y tiene la responsabilidad de que, dependiendo de su comportamiento y decisiones, el embrión pueda continuar su desarrollo.
Las Administraciones públicas al ser conocedores de la existencia de un embrión, tendría la obligación de cumplir con lo que postula – la protección y defensa de la vida - .

Pero no todo es rosa en la vida.
La angustia y ansiedad que puede sentir la potencialmente madre ante un compromiso por vida, según las circunstancias, la presión social de convertirse en una madre joven, el entorno familiar, el truncamiento de un proyecto personal, la situación de una economía precaria, la falta de apoyo social y de su entorno mas intimo, etc.
La dejadez, “pasotismo” o abandono del potencialmente padre que no siente lo que ha concebido porque lo desconoce o siendo consciente de ello, o el terror escénico por las mismas razones que puede sentir la potencialmente madre.
Al Estado le correspondería, como se ha dicho antes, atender lo que postula con respecto a la vida y ello supone atender los inconvenientes que suponen para los potencialmente padres y madres y no se convierta en una huida hacia delante que lo único que logra es la incongruencia y multiplica la frustración.
Podríamos dar solución a todos desde la coherencia y no es incompatible con la defensa de todos los intereses.
Podemos considerar que la información de cómo funciona el proyecto de vida humano es conocido por las personas involucradas, aclarando que es información básica, cultura general y nada científico desde el conocimiento actual.
Somos concientes y responsables de nuestros actos.
Entonces por que no protegemos lo más valioso, a nosotros mismos.
Los errores cometidos tendremos que asumirlos.
Ayudemos a los que hayan incurrido en errores, no los castiguemos, pero no es posible evitar la responsabilidad con medidas drásticas de adjudicar derechos imposibles y abdicaciones de los responsables con la grave pena impuesta al no nacido.
Promocionemos los medios anticonceptivos de barrera.
Aconsejemos los medios anticonceptivos de ovulación y espermicidas.
Advirtamos de las consecuencias de medios de destrucción de proyectos en marcha fundamentalmente en lo que se refiere a la salud física y mental.
Y lo más importante exijamos al Estado la protección debida a los potenciales padres, dándoles apoyo sicológico y apoyo económico.
Partimos de una situación inducida pesimista y derrotista en cuanto al hecho de ser padre o madre, aun en edades tempranas en donde se truncan los proyectos personales de las personas que parece que pueden sobre todo. ¿Como se puede ser padre o madre, en el caso de España, sin haber ido antes a Canarias o la Republica Dominicana, con la anuencia de la Sociedad?.
Ser madre o padre no es ningún drama, todo lo contrario, es un motivo de maduración maravillosa que hay que apoyar cuando se de, tanto por el entorno mas íntimo como por las administraciones públicas. Puesto que puede existir un desfase entre maduración física y psicológica, en contra del derrotismo de la corriente actual que condena a priori esta situación.
Actualmente y va in crescendo la ciencia nos aporta nuevas soluciones a la problemática que supone tener la responsabilidad de ocuparse de un hijo. Y estas soluciones pueden ayudar a encajar todas las piezas.

La evolución de la ciencia nos va marcando el paso en temas de plazos.
El tiempo de una gestación se estima en 40 semanas.
Un niño en la década de los 60 con un peso al nacimiento de 1kg. tenia una probabilidad de sobrevivir de un 5% y en los 2000 tiene una probabilidad de un 95%.
En la década de los 2.000 los neonatos de 22 semanas tienen posibilidades de supervivencia.
¿Podemos pensar razonablemente que estos datos mejorarán con el tiempo?.
Puede ser que tan traumático sea, entrar en un quirófano para abortar, o entrar en un quirófano para una cesárea programada y liberar al feto o neonato para continuar su dependencia en una incubadora, a cargo del Estado, previa decisión de la portadora, para sacar adelante el proyecto de vida.
Se trataría de liberar de la incompetencia de una madre potencial a favor de un proyecto de vida.
Vamos hacia atrás o hacia delante?, podemos dar marcha atrás?, lo conseguido es lo mas avanzado?. Puede ser que lo “progresista” consista en la autofagocitación?.
Lo podríamos solucionar creando un ambiente en la Sociedad que asuma con normalidad el caso de un embarazo, en el que ser madre tiene también el apoyo obligado en responsabilidad del padre y el apoyo sicológico y económico de las Autoridades.

Parece ser que solo avanzamos en el tiempo, pero poco resolvemos.

© csl.

25 de noviembre de 2009

ABORTO. Para muchos modificar la Ley del Aborto es igual a Aborto si, Aborto no


Aunque la modificación de la Ley del Aborto a través del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, según se suceden los hechos, tiene buena lógica y coherencia, produce en la Sociedad Española una reacción virulenta que una vez quitadas las paranoias de la oposición del PP y de la mediatización de los representantes de la Iglesia Católica en su legitimo derecho, se puede ver a personas con buen criterio y formación una vez mas descolocadas, sin foro donde opinar sin gritos, pero con buen criterio y condenadas a un ostracismo que les convierte en autistas dolorosos.

Nada de quien opina sobre este asunto interesa de verdad, quizás porque hemos rebajado el listón de credibilidad a niveles rastreros, aviso a los navegantes para los medios de comunicación, en este país se han ganado el titulo de tertulianos personas cuyo objetivo es participar en la tertulia mas por el escándalo que pueden provocar que por lo que pueden aportar, así siendo expertos de todo, opinan de todo, el daño está hecho.

La modificación de la Ley del Aborto provoca reacción virulenta porque una buena parte de la Sociedad no está de acuerdo con el Aborto, por tanto pasan del matiz de la modificación de la ley, aunque también les produzca sonrojo. Se puede decir que a estas alturas no toca hablar de esta situación, que esta situación esta superada en el tiempo, etc. Pero no es así, una parte muy importante de la Sociedad no admite el aborto, quizás porque en su Cultura General no le cuadran las cosas, quizás porque cree que a pesar de que no sea deseado el embarazo es desproporcionado el desenlace para resolverlo.

Muchas personas no entienden como después de haberse partido el alma por sacar adelante a sus hijos, ahora sus hijos puedan tirar por la borda, con la anuencia estatal, los compromisos que ante el ser humano tiene los humanos, que es proteger y defender a los suyos. Y ahora que tantas ayudas tenemos, dirían ellos.

Eso es algo que tienen interiorizados nuestros padres y nuestros abuelos, no es necesario acudir a los Derechos Fundamentales de la ONU.

Tan mala era la educación de nuestros padres y abuelos que les hacían pensar y actuar así. Es esta la manera de progresar?.

El conocimiento que nos da la Ciencia hace que personas cultas y cultivadas y el instinto de muchas madres sean capaces de separar el ruido mediático y entren directamente en contradicción con propuestas seudo-progresistas que nos abocan a una decadencia del ser humano.

Podría ser que tergiversáramos las cosas para que en un impulso de falso progresismo y de un intento legítimo de equiparar a la mujer en derechos con el hombre nos excediéramos a adjudicar “derechos” inasumibles a las mujeres.



© csl.

21 de noviembre de 2009

EL HIJO QUE NUNCA QUISE TENER


Era una noche especialmente inquieta, no paraba de dar vueltas en la cama, a menudo se despertaba sobresaltada, con una desagradable sensación húmeda del sudor que la empapaba.

Se sentía extraña y esta sensación se mezclaba con sus sueños no pudiendo determinar la realidad con lo soñado.

Estaba como encadenada a la cama y aún queriendo levantarse al baño, le era totalmente imposible, incorporarse y sentarse.

Así pasó buena parte de la noche hasta que la necesidad se hizo tan imperiosa que la realidad venció al sueño, viniéndose de pronto a su mente.

Dando tumbos, con riesgo de caerse, sin bata y descalza, a apalpadas, se dirigió, mas por intuición y tacto que otra cosa, al baño, sin tiempo de encender la luz se sentó en el water en dos intentos, el segundo para levantar la tapa del mismo.

A continuación siguieron una serie de ruidos, y en su cara, en la oscuridad, se adivinaba una sonrisa de satisfacción.

No se atrevió a tirar de la cadena pues sólo de pensarlo se escandalizaban sus oídos.

La vuelta a la cama fue como la ida, pero relajada, con mucha menos premura. Aún hubo una paradita perezosa en el umbral de la puerta del dormitorio.

La pérdida de equilibrio en esa postura venció la pereza y sobresaltó su corazón que comenzó a latir con fuerza por el susto que llevó. Se acercó a la cama y se dejó caer en ella, tapándose de mala manera y esta vez cayó en un profundo sueño interrumpido bruscamente por el sonido del despertador.

En lo mejor del sueño – masculló ella –

Un ratito más.

Media hora mas tarde el despertador interno funcionó y se volvió a sobresaltar, ésta vez la vigilia acudió rauda y veloz a la mente y saltó de la cama al baño.

Su estado de ánimo no era gran cosa y no sabía exactamente el por qué.

De repente el miedo que nunca había sentido especialmente, se había adueñado de su comportamiento. Se sobresaltaba con demasiada frecuencia, su corazón se aceleraba y cabalgaba desbocado sin razón aparente. También sentía sofocos. Pasaba del calor asfixiante al frío, en segundos, y su apetito no era gran cosa.

Comenzó a asquear determinados alimentos que le provocaban arcadas sólo pensar en ellos.

El cambio en sus gustos culinarios comenzó a preocuparla en un sentido muy concreto.

¿Cuánto tiempo hacía que no le venia la regla?

Cogió rápidamente la agenda y comprobó, en su vida relajada y despreocupada, que habían pasado 40 días desde la última.

¿Tendré que preocuparme? – Pensó ella –

La verdad es que no era muy regular, a lo mejor ….

Un repentino sofoco la animó a entrar en la farmacia y pedir un “Predictor”.

Cuanto antes salga de dudas ….

El día fue ajetreado, llegó a casa tarde y cansada, con la preocupación en la cabeza. Puso el despertador un poco antes y escribió una nota que decía “¡Recoger la orina de la mañana!”. Puso la nota en la tapa del water.

Esa noche tampoco durmió nada bien. Demasiados sueños y demasiadas interrupciones.

Se levantó con la impresión de estar más cansada que cuando se acostó. Y medio zombi se dirigió al baño. Dio un respingo al ver la nota, tragó la sensación desagradable y recogió la orina, separó una muestra y entre bostezos y cambiando el pitillo de manos a boca fue siguiendo las instrucciones para hacer la prueba.

Agitó el tubo y la orina se fue coloreando, no salía de su asombro. ¿Cómo había podido ser?.

Su situación familiar era inestable, vivía sola y en sus planes no entraba tener un hijo. Tampoco en su salud, hacía años los médicos le habían recomendado no quedarse embarazada.

Dudó de la veracidad de la prueba aunque algo en su interior le decía que no fallaba.

En realidad era algo que sabía, sin saber por qué, antes de hacerse la prueba. Aún así. Con la mente nublada por la conmoción, decidió visitar al ginecólogo para confirmar su estado.

Hablaron en la consulta de los riesgos que tenía, en su caso, el embarazo para su salud y le pidió información para abortar. El médico la remitió a planificación familiar.

A partir de ese momento su vida cambió y poco a poco la angustia fue cogiendo protagonismo, en las primeras horas de su nueva vida.

Estaba desconcertada, no sabía a quien acudir para contarle lo que le pasaba.

Paró en un café, pidió un té, se sentía mal, el estómago lo tenía en la garganta, hizo un esfuerzo para reflexionar.

¿Se lo contaría a su familia?.

Su madre había muerto con gran trauma para ella cuando más la necesitaba, ¿Su hermana?, se lo diría a su hermana que vivía en Barcelona, pero como se lo iba a decir a ella, estaba bien asentada socialmente, religiosamente casada, no estaba para sermones.

Ella vivía sola, divorciada, agnóstica.

¿Su abuela y su tío cura?. Ni pensarlo.

¿Su padre y su mujer?. Lo mismo.

Su familia quedó rápidamente descartada.

¿Alguna amiga quizás?. Pero quién.

Pensó en su amiga “todoterreno” que vivía casada en Madrid con dos hijos, en principio era buena idea, su amiga estaría a la altura de las circunstancias, sin embargo el recuerdo del cariño y amor de madre con que su amiga criaba a sus hijos, chocaba frontalmente con sus intenciones de abortar y sintió el mordisco de la contrariedad en su interior.

¿Quizás?

La prima de su exmarido con la que había trabado amistad y aunque no se lo contaba todo, y aún teniendo hijos ella, la veía como más desarraigada con sus hijos.

Sí, llamaré a la prima, quedaré con ella a comer o a lo que sea y se lo digo.

Ese mismo día no pudo ser pero al día siguiente estaban sentadas en una cafetería discreta, bebiendo más que comiendo.

¿Y que vas a hacer?

No puedo tenerlo, además supone un riesgo para mi salud, - decía ella -.

Pues yo conozco a un amigo que con toda garantía lo puede hacer, te daré el teléfono y le llamas de mi parte. No te preocupes que hoy en día esto es muy frecuente.

Aún determinada como estaba, no las tenía todas consigo, había algo que la inquietaba.

Después de visitar al amigo ginecólogo y salir con una sensación de llevar en la mano el presupuesto del taller en el que detallan lo que cuesta quitar aquella pieza al coche. Había algo más, - no sabía lo que era -, pero había algo más.

¿Y su exmarido?

Mantenían una relación inestable de amor y odio en el tiempo. Cada uno en su casa, pero al fin y al cabo “una relación”.

Con lo protector que es él, - pensaba ella -.

Y con lo que opina del aborto, para echarse a temblar si se entera.

El tiempo corría en contra y había que tomar una decisión. Su ánimo estaba hecho trizas y los síntomas físicos se amplificaban.

Sus pechos empezaban a inflamarse, como si estuviera de regla perenne. Su asco a determinados alimentos aumentaba, se mareaba.

Y anímicamente esa sensación de angustia y desazón aumentaba.

Su razón le pedía resolver.

Pero su instinto paradójicamente le decía que no.

Ella que siempre lo había tenido tan claro, - se repetía, una y otra vez -.

Y su instinto iba creciendo a expensas de su razón.

Ocurrió al día siguiente, estaban comiendo juntos, su exmarido y ella. El, como siempre preocupado por ella se mostraba inquieto por lo escaso de su apetito y por los cambios extremadamente bruscos de su carácter.

Nunca había sido muy estable, - pensaba él -, pero esto es nuevo.

Después de comer fueron, como era habitual, a casa de ella a tomar café y un güisquillo. Ella se hizo un té y no tomó licor.

El preguntó - ¿Estás bien?

Ella susurró - ¡Sí!

Unas lágrimas asomaron por sus ojos y rodaron por sus mejillas.

El no se pudo contener y la abrazó, después la separó y sin soltarla le espetó.

¡Dime que pasa!

Ella se volvió a abrazar a él.

Permanecieron unos segundos así.

Y ella le dijo lacónicamente - ¡Estoy embarazada! - .

El la volvió a abrazar y en el abrazo, le preguntó.

¿De quién?

Tuyo

El volvió a preguntar.

¿Qué quieres hacer?

Ella, sollozando, le dijo, - No lo sé -.

El, ahora apartándola de nuevo y mirándola a los ojos le dijo - ¿Quieres tenerlo? –

No lo sé

La volvió a abrazar. Los ojos de él se llenaron de lágrimas. Era incapaz de soltarla.

Por su cabeza, pasaban tantas cosas, todas a una velocidad vertiginosa.

Con voz firme y determinada le dijo, - ¡Tengámoslo! –

Ella con un hilo de voz, dijo, -¡Sí! – y su cara se iluminó –

Se fundieron en un estrecho abrazo, sintiéndose uno al otro.

Sonó el teléfono, y hasta el timbre del portal.

El abrazo no se deshizo.

Sólo de vez en cuando, se oía decir a ella:

¡Que gane la vida!

¡Que gane la vida!

csl 070499